Los dermatólogos desaconsejan que los menores de 6 meses tomen el sol. Su piel es muy sensible y no ha desarrollado plenamente su capacidad para segregar melanina. No se recomienda tampoco la utilización de cremas solares. La piel de los bebés no solo es sensible al sol sino también a los productos químicos que incluyen los cosméticos para proteger del sol. Superados los 6 meses de edad se recomienda el uso de filtros físicos.
El doctor Vicente García-Patos, jefe del servicio de Dermatología de Hospital Vall d'Hebron de Barcelona, indica que la pauta general consiste en no exponerles directamente a los rayos solares en los primeros seis meses de vida y seguir extremando las precauciones hasta que cumplan un año ("con unos minutos de paseo es suficiente para que sinteticen la vitamina D que necesitan sus huesos").
La Academia Americana de Pediatría y el Consejo Australiano del Cáncer coinciden en que se limite el uso de cosméticos solares antes de los seis meses a "pequeñas áreas" del cuerpo; como la cara o las manos, "siempre que no sea posible protegerles con sombra y ropas ligera. Evite la exposición directa al sol en los primeros meses de vida.
Algunas recomendaciones a tener en cuenta son:
- Salir de paseo en las primeras horas del día o al caer la tarde.
- Proteger al bebé con sombras tupidas y ropas ligeras.
- Utilizar gorros y sombrillas para cubrir la cara y el cuello.
- Opte por barreras físicas.
- A partir de los seis meses, elija cremas para el sol especiales para niños, aplicar la loción 30 min antes de la exposición al sol
- Utilizar un factor de protección superior a 30 y que cubra tanto los rayos UVA como los UVB.