En pocas ocasiones nos parece merecida la jubilación de nuestro cochecito y en demasiadas un alivio.
¿Por qué tanta gente opta por una silla ligera cuando se acerca el año de vida del pequeño?
Los que tenemos hijos y hemos vivido el día a día de tan gratificante pero agotadora tarea tenemos mil razones.
Hemos preguntado a nuestros clientes sus motivos y las respuestas son muy variadas:
- No lo puedo manejar con una mano.
- Es excesivamente pesado.
- Tengo que hacer mucha fuerza para empujarlo.
- Me resulta difícil subir y bajar escalones con él.
- Es demasiado grande.
- Tiene un difícil plegado.
- Ahora que mi hijo tiene un año lo veo demasiado clásico.
- Mi hijo no va cómodo.
- Las ruedas no ofrecen la suficiente amortiguación y tiene demasiado traqueteo.
¿Es posible que una silla nos sirva desde el nacimiento hasta el final?
Por supuesto, pero hemos de elegirla con ese propósito. ¿En que hemos de fijarnos? Os damos algunos consejos:
El plegado es importante, al revés de lo que se cree, las necesidades de espacio no disminuyen con el tiempo, al contrario, pueden venir más hermanos, la ropa cada vez ocupa más, quieren llevar más juguetes, patines, bicicletas, en definitiva, no creas que cuando pase un año vas a tener más espacio en el maletero.
El peso es otro factor importante aunque muy a menudo está sobrevalorado. No te obsesiones con adquirir un carro 100 gramos más ligero. Al final pocas veces cargamos el peso muerto de un carro y sí pasamos muchas horas empujándolo. ¿Qué hace que un cochecito se lleve con suavidad?
- La maniobrabilidad es fundamental. La capacidad del carro para pasar a través de obstáculos, subir escalones, entrar en ascensores, etc.
- Suavidad de rodadura. ¿Cuánta fuerza tienes que realizar para moverlo? La calidad de las ruedas y sus rodamientos es el factor más importante para conseguir desplazar la carga con el menor esfuerzo.
- Manejo con una mano. Puede parecer insignificante pero disponer de una mano libre será nuestro mejor aliado en el futuro. Un manillar continuo permite agarrar del centro y manejar el carro con facilidad. La geometría del chasis también es importante, la vertical del manillar hacia el suelo ha de quedar al menos a 20 cm del eje de las ruedas.
Tamaño de la cesta: Una cesta de grandes dimensiones y fácilmente accesible es uno de los elementos que más puede ayudarnos a utilizar indefinidamente nuestro carro. En ella podemos introducir desde la compras hasta los mil juguetes que acompañarán habitualmente nuestras salidas.
Si queremos utilizar la silla durante mucho tiempo hemos de prestar especial atención a la capota. Nos encantan las capotas grandes con protección UV, ya que nos permite prescindir de uso de sombrillas y elementos similares que nos hacen estar más pendientes de ellos que de nuestro bebé mientras damos un agradable paseo.
¿En qué hemos de fijarnos para estar seguros de la comodidad de nuestro bebé?
- Capazo, es importante que sea ancho y traspirable, que tenga zonas diseñadas para la ventilación, sólo de este modo evitaremos que el bebé pase demasiado calor.
- Amortiguación, es muy importante para la comodidad de bebé que el carro disponga de algún tipo de amortiguación, al menos en las ruedas delanteras ya que son estas las que reciben el primer impacto contra las irregularidades del terreno.
- La silla ha de ser espaciosa, disponer de acolchado y asegurarnos de que no haya elementos de soporte en el respaldo que molesten en la espalda del pequeño. Si la silla es ergonómica mejor que mejor, pues nos estamos asegurando de que su espalda crece manteniendo una postura adecuada. Una silla reversible nos permitirá llevar al bebé mirando hacia nosotros.
¿Puede durar un carro más de 3 años? Por supuesto que sí, la calidad constructiva es un factor crucial para este fin.
Si queremos utilizar muchos años nuestra silla, hemos de elegir carros que soporten como mínimo 20 kg y fijarnos especialmente en el ensamblaje del conjunto. Hay muchos cochecitos en los que acabados de comprar ya se aprecian holguras y desajustes, estas imperfecciones se acentúan con el tiempo y pueden desembocar en roturas o problemas en la marcha y en el manejo que nos puedan hacer jubilar nuestro carro antes de tiempo.